Las rutas del noroeste de Santa Cruz permiten acceder a paisajes, historias y culturas únicas, brindan el ambiente propicio para el -siempre necesario- viaje a nuestro interior. Te proponemos una guía para recorrerlas entre los cielos interminables, la meseta del Lago Buenos Aires, la estepa infinita y la abundante fauna silvestre que acompaña a los viajeros.
Sitios con fósiles de millones de años, evidencias pictóricas de antiguos habitantes, localidades que fueron protagonistas de los sucesos históricos trascendentes o las más recientes ‘Huelgas Patagónicas’. Todo “hilvanado” por las rutas del noroeste santacruceño con un presente que promueve a la región como uno de los nuevos destinos de turismo por su paisaje de abrumadora belleza.
Están dispuestas casi estratégicamente para que quien recorra las rutas del noroeste de Santa Cruz se encuentre con una gran variedad de postales que le permiten disfrutar de la experiencia de vivir la naturaleza salvaje de la región: sus cielos interminables, la meseta del Lago Buenos Aires, su estepa infinita y la abundante fauna silvestre que acompaña a los viajeros.
“Viniendo desde el sur, descender a la zona de Bajo Caracoles es espectacular. Es un gran cuenco que alguna vez contuvo un lago glaciario. La vista abarca la cordillera, el Cerro San Lorenzo y el alto horizonte de la Meseta Lago Buenos Aires”, describe Guido Vittone, guía de montaña, especializado en geología, glaciología, botánica, e historia de la región. Desde ‘Bajo Caracoles’, los caminos se bifurcan: hacia el oeste, rumbo al Lago Posadas y la inmensidad de la estepa y al Paso Roballos, cruzando al Parque Nacional Patagonia, con la Cordillera siempre al frente, pasando por el ‘Portal El Sauco’ y las sorprendentes aguas de turquesa intenso del lago Ghio. O. Subiendo por la 40 hacia el norte a la localidad de Perito Moreno, se puede optar por tomar la RP 97 a Cueva de las Manos, que permite observar el Cerro Chato, el Cerro Poivre y grandes manadas de Guanacos, Choiques, Cóndores y Águilas moras.
Viniendo desde el norte, poco antes de Perito Moreno, el viento nos acompaña -siempre- y la 40, que en el km 1251 se vuelve la avenida principal de Perito Moreno e invita a continuar hacia el sur, en un sinfín de curvas, subidas y bajadas, entre tierras de múltiples colores.
Desde Perito Moreno hacia Los Antiguos, se recorre la ruta escénica 43, bordeada por una llamativa línea de grandes bloques y fragmentos volcánicos. A la vuelta de una curva, aparece repentinamente el inmenso Lago Buenos Aires, el segundo más grande de Sudamérica. El camino bordea la orilla del imponente espejo de agua y sus enormes olas que lo asemejan al mar, con vista a la Cordillera de los Andes con sus montañas y macizos de diversas formas.
Siguiendo unos kilómetros adelante, las construcciones de una histórica estancia indican que se ha llegado al “Portal La Ascensión” del PNP. El guía afirma que “las recorridas por el antiguo casco, hasta la costa del lago o las caminatas en los senderos hacia la meseta, atraen cada vez más visitantes”. A solo 20 km se ubica Los Antiguos, una tranquila localidad a orillas del gran lago, donde las alamedas protegen del viento a las chacras productoras.
En Los Antiguos nace la RP 41, también conocida por los locales como el “Camino del Zeballos”. Con dirección sur, bordeando la frontera con Chile, la ruta trepa hasta 1500 msnm y desciende hasta el Paso Roballos. Esta ruta conecta las localidades de Los Antiguos y Lago Posadas. Sus 170 km de recorrido atraviesan ríos, lagos, cerros, bosques y estepa y ofrece un sinfín de paisajes increíbles con caprichosas formaciones volcánicas y donde se pueden avistar gran cantidad de aves y Guanacos, realizar caminatas o simplemente disfrutar del recorrido. “Fue mejorada en los últimos años y cuenta con una audioguía que describe los puntos más notorios. Este camino está convirtiéndose en un emblema de la región”, explica Vittone.
Los dos pasos fronterizos de la región son opción para extender el viaje al vecino país. El Paso Jeinimeni une Los Antiguos con Chile Chico y permite alcanzar la costa sur del Lago Buenos Aires, que en Chile se denomina Gral. Carrera, e invita a visitar las imponentes “Capillas de Mármol”. El cruce sur por Paso Roballos conecta con el Parque Nacional Patagonia Chile. Sus grandes montañas y caudalosos ríos de impactantes colores verdes y azules permiten disfrutar de actividades náuticas.
“Estos caminos conservan intacto el espíritu de la Patagonia: grandes distancias donde es común ver fauna nativa, las estancias y la hospitalidad de sus poblaciones”. Vittone cree que ofrecen bastante más: “Estos horizontes interminables invitan a un viaje al interior de nosotros mismos”.